
Alberto César Tarantini, nacido en Ezeiza, provincia de Buenos Aires, el 3 de diciembre de 1955 fue campeón del Mundo en el ’78, jugó todos los partidos en un muy bien nivel y metió un gol: el segundo de la Selección en el partido contra Perú. Era hijo de un policía fanático de Boca al que metieron preso por revolear la gorra el día que Roma le atajó el penal a Delem, en el ’62. Por su padre fue a Boca donde estuvo tres años y salió campeón en la Copa Libertadores. Por Alberto J. Armando, el presidente del club que le retaceó el dinero para velar a su padre cuando murió de un infarto, se propuso vengarse y jugar alguna vez en River. Lo logró algunos años después luego de sus pasos por el Birmingham de Inglaterra y Talleres de Córdoba.
El Mundial del ’78 lo jugó en condición de futbolista libre y en el ’82 estaba fichado por River, el club en donde obtuvo dos campeonatos locales. Después de River se fue a Francia para jugar primero en el Bastia y luego en el Toulouse, y cerró su carrera en el Saint Gallen de Suiza, en 1989.
Cuando hizo su gol contra los peruanos en el ’78, se descargó gritando contra la Junta militar que estaba en el palco. Años más tarde declaró que no sabía nada de los desaparecidos, y que su bronca venía porque lo obligaron a hacer el servicio militar pese a que había sacado un numero bajo, y era el único sostén de su madre viuda.
De la final con los holandeses siempre dijo, como muchos de sus compañeros, que el partido fue durísimo, con mucha violencia de los dos lados, y de hecho terminó con la camiseta ensangrentada por un golpe que le dio Neeskens.
Cuando dejó el fútbol tuvo problemas con las drogas, pero logró rehabilitarse. Su actividad principal en los últimos años ha sido la de dar clínicas de fútbol en Estados Unidos, el país en el que está radicado uno de sus hermanos que es entrenador de fútbol, desde hace muchos años.
El apodo de Conejo le viene de sus comienzos como futbolista. Se lo puso un compañero al ver un tic que le hacía cerrar los ojos y fruncir la nariz. Hoy Tarantini dice que ve con muchas posibilidades a la Selección Argentina en el próximo Mundial.