Juan José Panno 28 de enero de 2022

El técnico de la Selección Argentina en los mundiales de 1962 y 1966 fue el Toto Juan Carlos Lorenzo, un personaje muy singular, histriónico, divertido, polémico, que había vivido mucho tiempo en Europa, y parecía sacado de una comedia del neorrealismo italiano de los años ’60.

En el ’62 llegó a la dirección técnica de la Selección muy poco antes de iniciarse el torneo, y el equipo se bajó rápidamente en la primera ronda. En el ’66 le fue un poco mejor. La Selección venció a España y Suiza, empató con Alemania, y en octavos de final cayó ante Inglaterra en un recordado partido en el que fue expulsado Antonio Ubaldo Rattín, que era el capitán de ese equipo.

A propósito, el periodista Alfredo Luis Di Salvo produjo una cuidada y jugosa biografía de aquel número cinco que brillara durante tantos años en Boca y en la Selección, y unió a Rattín y Lorenzo en esta imperdible anécdota.

Antes de empezar el Mundial del ’66, Lorenzo. que estaba obsesionado con esconder las cartas al periodismo, proponía distintos lugares de entrenamiento alejados de la concentración. En uno de esos periplos el plantel viajaba en un micro, y el Mono Oscar Mas, que era muy  bromista, le calentó la cabeza a Lorenzo con que una camioneta estaba persiguiendo al micro. Lorenzo le ordenó al chofer que perdiera de vista a la camioneta, pero no resultaba fácil porque por más vueltas que diera la tenía siempre cerca.

Lorenzo le pidió al conductor que acelerara más y finalmente lograron el objetivo. Cuando estacionaron en un lugar abierto, para llevar adelante la práctica, se dieron cuenta de que no tenían la ropa. En realidad todo lo que necesitaban lo llevaba el utilero, en la camioneta en cuestión.

“Por suerte llegó Valentín Suarez desde Buenos Aires y ordenó todo. Muchos de nosotros nos sentíamos cercanos a él, porque habíamos ganado juntos la Copa de las Naciones de 1964. Siempre digo que Valentín Suarez fue el primer psicólogo del fútbol”, asegura Rattín en el libro «El caudillo», después de calificar a Lorenzo como ”un tipo raro, sinuoso, misterioso”.   

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