
Alcides Edgardo Ghiggia tuvo un paso efímero por la Selección Uruguaya; sin embargo, es considerado el más grande héroe entre los tantos futbolistas de renombre que vistieron la celeste. Al punto que, cuando falleció, hace seis años, fue velado en el edificio del Parlamento Nacional, en Montevideo. Es que sin él, tal vez, nunca hubiésemos hablado del Maracanazo. Alcides Edgardo Ghiggia marcó el gol de la victoria en aquel partido que definió el campeonato mundial de 1950, contra Brasil, nada menos.
Sucedió a falta de 11 minutos para la finalización del encuentro en el que a los locales les bastaba con empatar para coronarse, porque la rueda final se decidía por puntos y no en un único choque como es ahora. En una patriada sin precedentes, los yoruguas levantaron un resultado adverso; comenzaron perdiendo, lo igualaron por mediación de Juan Alberto Schiaffino y acabaron por robarle la billetera a los locales por mediación de Ghiggia, a la vista de las 200 mil personas presentes, en su amplísima mayoría brasileñas, por supuesto.
La carrera internacional de Ghiggia fue de vértigo. Con 23 años, debutó en la Selección en un amistoso jugado en San Pablo, contra Brasil, casualmente. Entró de cambio a los 23 minutos del segundo tiempo. Terminó 4-3 para Uruguay. Hubo después dos encuentros no oficiales más frente al mismo rival: todo apenas dos meses antes de arrancar el Mundial. Ya en el certamen participó de cuatro partidos, en todos los cuales marcó un gol: el broche de oro, claro, fue el que significó el título y sumió en el más profundo silencio al Maracaná.
Ghiggia, el héroe inolvidable, disputaría luego otros cinco encuentros con la camiseta celeste, en un campeonato panamericano organizado en Chile, en 1952. Fue su despedida, sin haber sido visto nunca con esas pilchas en su propio país. Y como si fuese un sino, el último encuentro fue contra Brasil, con derrota 4-2.
Alcides Edgardo Ghiggia jugó en los clubes Sudamérica, Peñarol y Danubio, de Uruguay. También en Roma y Milan de Italia, equipo este último con el que fue Campeón de Europa. Adquirió la ciudadanía de ese país europeo e integró la Selección azzurra en cinco ocasiones, entre 1957 y 1959: toda una curiosidad, por cierto.