
Una docena de argentinos harán todo cuanto puedan para que la selección dirigida por Lionel Scaloni no salga victoriosa del Estadio Mané Garrincha cuando en la capital brasileña enfrente a Paraguay, por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa América. Y no es una partido más porque cualquiera que gane dará un paso importante en la misión de evitar a Brasil antes de una eventual final. Sabido es que los que terminen punteros en las respectivas zonas (A y B) únicamente pueden cruzarse en el encuentro que definirá el título, el 10 de julio en el Maracaná. Previo al choque, Argentina (2 jugados) tiene 4 puntos y Paraguay (uno jugado), suma 3. Tras este partido, a Messi y compañía le quedará sólo la débil Bolivia; a la albirroja, Uruguay y Chile.
¿Quiénes son los pasados, los que cambiaron de capa (Games of Thrones, dixit)? En principio, todo el cuerpo técnico conducido por el cordobés Eduardo Berizzo. A saber, los ayudantes Ernesto Marcucci (de Cruz Alta, como el DT), Mariano Uglessich (Buenos Aires) y Pablo Abraham (Chabas, Santa Fe). Más el entrenador de arqueros Roberto Bonano (Rosario) y los preparadores físicos Fernando Morelli (Acebal, Santa Fe) y Carlos Kisluk (Córdoba).
Y a continuación, una serie de jugadores nacidos de este lado de la frontera líquida pero que en su mayoría tienen lazos de sangre con paraguayos y tomaron esa opción: Héctor David Martínez (Buenos Aires), Gastón Giménez (Formosa), Alejandro Romero Gamarra (Ciudadela) y Santiago Arzamendia (Wanda, Misiones), además de Andrés Cubas (Aristóbulo del Valle, Misiones), quien alguna vez integró selecciones juveniles argentinas, aunque nunca en partidos oficiales.
Para acercar aún más el Argentina-Paraguay a la condición de choque de entracasa, hay que decir que cinco de los dirigidos por Berizzo juegan en equipos argentinos, y que en la última década también fueron D.T. del seleccionado de la otra banda del río, el Tata Gerardo Martino y el Pelado Ramón Díaz