Misión Catar 2022 1 de junio de 2021

La idea de un Mundial paralelo resurge frente al calendario internacional de junio y julio del fútbol mundial.

Son 34 selecciones que compiten a partir de los venideros viernes 11 de junio, en Europa y 13 de junio, en América, en procura de dos títulos. Y el imaginario futbolero universal piensa: ¿por qué no puede haber un campeón mundial extraoficial?

En Europa, 24 selecciones repartidas en 6 grupos salen a la conquista de la Eurocopa, el torneo europeo de naciones, que presenta un formato novedoso, con una decena de ciudades hospedando los partidos. El torneo arranca en el Olímpico de Roma y tendrá una final un mes tarde, en Wembley.

En América del Sur, serán los representativos de los 10 países de Sudamérica los que buscarán quedarse con la nueva edición del torneo de selecciones más antiguo del planeta, repartidos en dos grupos de 5. Eso es lo único que puede asegurarse por ahora: Colombia renunció a ser huésped, la Argentina siguió ese mismo camino, y aunque Brasil anunció que será el anfitrión, las dudas persisten.

El paralelismo encuentra un punto de convergencia inesperado: tanto el campeón de la Eurocopa como el de la Copa América recibirán como premio a la conquista 10 millones, de euros o de dólares según la región.

Pero ahí se acaban las similitudes. El campeón de la Copa América puede facturar 14 millones como máximo en la disputa del torneo: el premio al título más los 4 millones que cada federación recibirá por participar con su seleccionado.

La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) no reveló la cifra total de premios que entregará al cabo del torneo, aunque ese número no es inferior a 50 millones de dólares.

La Unión Europea de Fútbol (UEFA) sí lo hizo: pondrá en juego 371 millones de euros…

Cualquiera de los seleccionados europeos que participe cobrará casi el doble que sus pares sudamericanos (9,35 millones de euros) solamente por su intervención, un mínimo de tres partidos.

Pero además, la UEFA reparte 1,5 millones por partido (al ganador; si hay empate, se lo reparten), más dos millones de euros a los equipos que accedan a octavos; 3,25 millones es el premio para los que se clasifiquen a cuartos de final, y 5 millones reciben los finalistas. La selección derrotada en la final cobrará 7,5 millones de euros.

En suma, un seleccionado europeo puede aspirar a embolsar, como máximo, 34 millones de euros, si gana todos sus partidos. Más del doble de lo que embolsará el campeón de la Copa América.

Aún con esa disparidad, la idea de un enfrentamiento entre ambos campeones aún no cuaja.

Un choque entre los campeones de Europa y de América podría ser leído casi como una nueva final Intercontinental o, con audacia pero no sin una pizca de razón, como una final de un Mundial paralelo, sin intervención directa ni organización de FIFA.

No por casualidad europeos o sudamericanos se han repartido todas las Copas del Mundo desde 1930 a 2018.

¿Qué están esperando?

¿Es que no es negocio para alguna de las partes?

¿O será que nadie osa desafiar a FIFA?

Deja un comentario.

Tu dirección de correo electrónico no será visible. Los campos obligatorios están marcados con *