Misión Catar 2022 13 de octubre de 2023

Por Vito Amalfitano

Juegan a otro deporte. O juegan al verdadero fútbol. Al nivel de perfección que lo transforma en algo distinto. O distintivo.
Los campeones del mundo demostraron, una vez más, en una de sus funciones de gala, en casa, que son diferentes a todos. El reinado que ostentan después de la consagración en Qatar lo refrendan en cada oportunidad que se presenta. Y esta vez en el Más Monumental lo hicieron aún con más contundencia estética.
La Selección Argentina superó a Paraguay solo por 1-0 por la tercera fecha de las eliminatorias para el Mundial de fútbol 2026 de Estados Unidos, Canadá y México; su producción debió convertirse en goleada. Un remate en el palo de De Paul, dos de Messi, la mala puntería de Nico González en la definición y las intervenciones del arquero Coronel lo impidieron.
La Selección campeona del mundo hace del fútbol una posta permanente. Por la precisión y velocidad en la posesión, y por el espíritu de equipo que lo hace sentirse aun más superior. Como las postas de atletismo, pero con la destreza y el talento colectivo que solo puede deparar el fútbol en su más alto nivel posible.
El símbolo de esa posta, acaso, fue en la noche del jueves el pase de la cinta de capitán de Nico Otamendi, autor del gol del triunfo, a Messi cuando le tocó ingresar casi inéditamente desde el banco. Nico seguía en la cancha. Leo no la quería. El capitán insistió.
Pero La Scalonetta es un equipo de postas por mucho más que eso. Ese símbolo, en todo caso, es una prueba más del espíritu de equipo y el verdadero liderazgo de Messi, antes forzado, impostado, desde Scaloni real, por la madurez natural en la personalidad de Lío y por como supo rodearlo el entrenador desde la Copa América 2019 hasta acá para que el equipo juegue para Messi y no al revés, para no depender siempre del salvador.
Pero La Scaloneta es un equipo de postas fundamentalmente por el juego en sí. En las postas de atletismo o las carreras de relevos se entrega esa barra cilíndrica llamada Testigo. En el fútbol de la Selección Argentina el Testigo es la pelota. Pero los campeones del mundo hacen del fútbol una posta interminable, infinita. Una posta que a veces no termina en gol de casualidad, o por milímetros, como cuando después de más de 40 toques la jugada se cerró en un remate de Lautaro que besó el travesaño.
Esa posta permanente, infinita, desmoraliza rivales. Es como esos locos o rondos en los que el del medio no puede robar la pelota nunca.
Esa posta permanente, infinita, el jueves arrancó de forma casi temeraria desde la propia área chica ante la presión de Paraguay con toques entre Dibu y los defensores. Con la confianza y la precisión quirúrjica de campeones del mundo que justamente refrendan ese título en cada pase.
Juegan a otro deporte. Uno distinto al de cada liga mundial, incluso hasta comparando con la mejor, que debe ser la Premier. Muy distinto al de la Copa Libertadores o la Champions. Recontra distinto al de nuestra liga de primera. Requetecontra diferente del de Aldosivi o Alvarado….
Pero si seguimos bajando de categorías…. ¡muy parecido al del potrero! Donde la posta se intenta siempre pese a las dificultades del campo.
Esta Selección, entonces, da toda la vuelta. Vuelve a la esencia. Pero parte de ahí y llega hasta la expresión más lograda que pueda alcanzar el fútbol en el tercer milenio. Hasta se podría recurrir, como en el siglo pasado, al término fútbol total, aunque ahora a través de un equipo de características muy diferentes de las de aquella Holanda. Pero igual con la perfección como destino final. Una posta infinita hasta llevarse la pelota, o la estrella, a casa.

3 pensamientos a “La Selección convierte al fútbol en una posta infinita

  1. Solamente impresionante!!!!!!!! Futbolero de alma y nunca vi una selección con este presente mantenido desde las eliminatorias Qatar, copa america , finalissima y copa del mundo.

  2. Que espectacular análisis como nos tenés acostumbrado a ver el fútbol.
    Sos un maestro, lo llevas en la sangre desde que eras chico.
    Recortando y pegando de las revistas deportivas como el Gráfico.
    Seguí así Huguito.
    Un beso y un abrazo enorme para vos.

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